jueves, 11 de agosto de 2022

Novena María Reina: «Reina de los Ángeles»

 




Novena María Reina: «Reina de los Ángeles»


 

«Deseo agradecerles y alentarlos, para que con el amor y la fuerza del Espíritu Santo trabajen aún más para Dios y Su reino.» (Mensaje, 25 de agosto de 2000)



Ut adveniat regnum tuum, adveniat regnum Mariæ!
¡Para que venga a nosotros tu reino, venga el reino de María!




San Lucas 1, 30-33

«…El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.»






Ocho días después de la solemnidad de su Asunción al cielo, la liturgia nos invita a venerar a la santísima Virgen María con el título de «Reina». Contemplamos a la Madre de Cristo coronada por su Hijo, es decir, asociada a su realeza universal, tal como la representan muchos mosaicos y cuadros. También esta memoria cae este año en domingo, cobrando una luz mayor gracias a la Palabra de Dios y a la celebración de la Pascua semanal. En particular, el icono de la Virgen María Reina encuentra una confirmación significativa en el Evangelio de hoy, donde Jesús afirma: «Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos» (Lc 13, 30). Se trata de una típica expresión de Cristo, referida varias veces por los Evangelistas, con fórmulas parecidas, pues evidentemente refleja un tema muy arraigado en su predicación profética. La Virgen es el ejemplo perfecto de esta verdad evangélica, es decir, que Dios humilla a los soberbios y poderosos de este mundo y enaltece a los humildes (cf. Lc 1, 52).

La pequeña y sencilla muchacha de Nazaret se ha convertido en la Reina del mundo. Esta es una de las maravillas que revelan el corazón de Dios. Naturalmente la realeza de María depende totalmente de la de Cristo: él es el Señor, a quien, después de la humillación de la muerte en la cruz, el Padre ha exaltado por encima de toda criatura en los cielos, en la tierra y en los abismos (cf. Flp 2, 9-11). Por un designio de la gracia, la Madre Inmaculada ha sido plenamente asociada al misterio del Hijo: a su encarnación; a su vida terrena, primero oculta en Nazaret y después manifestada en el ministerio mesiánico; a su pasión y muerte; y por último a la gloria de la resurrección y ascensión al cielo. La Madre compartió con el Hijo no sólo los aspectos humanos de este misterio, sino también, por obra del Espíritu Santo en ella, la intención profunda, la voluntad divina, de manera que toda su existencia, pobre y humilde, fue elevada, transformada, glorificada, pasando a través de la «puerta estrecha» que es Jesús mismo (cf. Lc 13, 24). Sí, María es la primera que pasó por el «camino» abierto por Cristo para entrar en el reino de Dios, un camino accesible a los humildes, a quienes se fían de la Palabra de Dios y se comprometen a ponerla en práctica. (Benedicto XVI, Ángelus, 22-08-2010)






Mensaje, 25 de agosto de 2000

“¡Queridos hijos! Deseo compartir con ustedes mi gozo. En mi Corazón Inmaculado siento que son muchos los que se me han acercado y que llevan de una manera especial en sus corazones la victoria de mi Corazón Inmaculado, al orar y convertirse. Deseo agradecerles y alentarlos, para que con el amor y la fuerza del Espíritu Santo trabajen aún más para Dios y Su reino. Yo estoy con ustedes y los bendigo con mi bendición maternal. (Gracias por haber respondido a mi llamado!






Sólo el amor de Dios, cuando nos toca, puede darnos la fuerza para superar todas las tentaciones, egoísmos y pecados, y permanecer así en el camino correcto. Por ello, María también nos dice que debemos descubrir a Dios con alegría en nuestra oración cotidiana, para que Él sea nuestra verdadera alegría. Esta es la dinámica del amor. El que ama está siempre cerca de la persona amada pero también está siempre alejado de ella. Es por ello que él siempre trata de acercarse más pero siempre siente que está lejos y nuevamente trata de acercarse. Debemos pedir a Dios en la oración por la dinámica de ese amor. También Ella nos pide tres veces que oremos porque Dios está muy cerca de nosotros en y a través de la oración. Espero que ese mensaje nos ayude y siga ayudándonos a ver si verdaderamente estamos peregrinando o si estamos atrapados en algo. El único camino bueno y verdadero para el hombre es vivir como un peregrino, es decir, con libertad interior, formar su vida con Dios y con los demás y así guardar el equilibro en su caminar. También debemos orar por este equilibrio. (Padre Slavko Barbaric, 26 de agosto 2000)






Oración a María Reina
(Imprimatur concedido por el Papa San Pio X el 8 de junio de 1908)

Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Angeles, a Ti que has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, pedimos humildemente que envíes legiones celestiales para que, bajo Tus ordenes, persigan a los demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia y los precipiten en los abismos.
Quien como Dios?
!Oh buena y tierna Madre, siempre serás nuestro amor y nuestra esperanza!
!Oh Divina Madre, envia a los Santos Ángeles para defenderme, y aleja de mi al cruel enemigo!
Santos Ángeles y Arcángeles defendednos y guardadnos.
Amén.






Letanía Reina de los Ángeles

Lucifer es el Príncipe de las tinieblas porque en el primer instante de su existencia angélica alejó su poderoso intelecto de la comprensión del misterio de la Encarnación de Dios y trató de convencer a toda la corte celestial de que adoptara otro plan. La reacción fue tan rápida como la propuesta rebelde, cuando San Miguel, entendiendo que el Misterio de la Encarnación superaba a la más alta inteligencia angélica, se levantó en dura resistencia pronunciando ese gran grito de guerra: «¡Quién es como Dios!»

Cuando la Encarnación fue colocada ante los Ángeles, María estaba en el centro. Su papel en este misterio enfureció a Satanás. Preveía lo que significaría la Encarnación: los ángeles servirían a la Virgen, prepararían su nacimiento de diversas maneras y le anunciarían la venida de Dios entre los hombres. Al servir al Dios-hombre, ellos también servirían a Su Madre, y esto llevaría a servir a los hombres en el Cuerpo Místico de Cristo. Lucifer entendió claramente la posición en la que sería colocado, y renunciando a su propia humillación, no se inclinaría ante la Reina de los ángeles. El Cielo estaba dividido en dos campos, los que servirían al plan de Dios, y por lo tanto, la Reina del Cielo, y los que no lo servirían.

Pero María no era la Reina de los ángeles sólo como el punto focal del plan de Dios. María se convirtió en Reina de los ángeles porque su comprensión del Misterio de la Encarnación superó con creces la de ellos. Si Satanás se tambaleara tanto y Miguel reuniera a los ángeles buenos apelando a la omnipotencia de Dios, está claro que el entendimiento de María es muy diferente al de ellos. El entendimiento de María vino del Espíritu de la Verdad comunicado en mayor plenitud a Ella que a los ángeles. Como esposo íntimo del Espíritu Santo, y el tabernáculo en el cual Él formaría la obra maestra de la Sabiduría Divina, el Espíritu Santo comunicó a María los más altos grados de todos Sus dones. ¿Acaso el Esposo no reserva para Su amado lo mejor que tiene de todo? Y así, María es la Reina de los ángeles, no sólo en su posición física, sino en sus cualidades intelectuales. Sus deberes y cercanía a la salvación requerían una mayor comprensión del Misterio de Jesús de la que cualquier ángel podría poseer jamás.

Y sin embargo, los ángeles también sirven a su Reina. En la tierra, llevaban a Ella las gracias más grandes de Dios como un vehículo blindado lleva los tesoros de un hombre rico a su hijo. En el cielo, ellos llevan el poder de Sus oraciones a las almas de todo el mundo. En la tierra la protegieron de la intrusión de los espíritus malignos y en el cielo ejercen sus deseos contra ellos. Ella los envía a hacer mandados de misericordia para convertir a los pecadores con inspiraciones angélicas y para frustrar los trucos del diablo. En efecto, la Iglesia Católica en la tierra es un vasto reino de almas en gran necesidad, con una tarea divina a realizar en medio de una dolorosa guerra espiritual. María es la Reina de la Iglesia, que tiene a su disposición todo el ejército celestial que Dios ha puesto a su disposición para el cumplimiento de sus designios: «¡Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra, como en el cielo!» ¡Ave María!







Oremos con el Padre Slavko:

«Dios, Padre Nuestro, Dios de la Vida, Dios de la Paz, Dios del Amor y Dios de la Alegría, en nombre de Tu Hijo Jesús, junto con María, Te pedimos que nos libres de toda tristeza que proviene del pecado y de las heridas del pecado, y que llenes nuestros corazones con Tu alegría. Danos una profunda humildad para que estemos dispuestos a aceptar y vivir Tu voluntad para que la victoria que María ha experimentado en Su Inmaculado Corazón también tenga lugar en nuestros corazones. Danos, Oh Padre, la fuerza de convertirnos en hombres de paz, de amor, de justicia, de misericordia y así poder ser testigos de Tu Victoria en este mundo. En nombre de Tu Hijo Jesús, renunciamos a todo pecado, a Satanás y a todas sus obras, y queremos formar nuestras vidas aquí en la tierra con María, Tu más Humilde Sierva. Te pedimos, oh Padre, por todos aquellos que aún tienen sus corazones cerrados para Ti, debido a la tristeza, al temor , a sentimientos negativos, al odio, envidia, dependencias o están heridos y por lo tanto no pueden seguir el camino de María hacia Ti. Te pedimos que bendigas a todas las personas con las que nos encontramos para que podamos ayudarlas a seguir el camino de la victoria que María ha mencionado en este mensaje. Danos el amor y la fuerza para poder hacer todo por amor a Ti y Tu Reino. Haznos capaces de convertirnos en Tus testigos en nuestras familias, en nuestras parroquias, en la Iglesia y en el mundo para que estemos dispuestos a dar testimonio de Tu amor como hijos Tuyos. María, gracias por la alegría que compartís con nosotros. Te damos gracias por la victoria que Tu Corazón Inmaculado alcanzó por nosotros y ayúdanos, con Tu intercesión y con Tu bendición maternal a ser verdaderamente hijos Tuyos y y buenos alumnos en esta escuela de amor, para que todos podamos ser una bendición para el mundo. Junto con María, Te pedimos Jesús que nos ayudes a nosotros y al mundo entero. Ayúdanos a liberarnos de todo pecado y de todo mal, para que así, igual que María, podamos decidirnos completamente por Dios. Que así sea. Amén.»
(Fray Slavko Barbaric, Medjugorje; 26 de agosto 2000)






Oración Final

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.









  Oración al Espíritu Santo


Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


Ven Espíritu Santo por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María Santísima, Reina de la Paz… (Repetir 3 veces)




+  Señor Ten Piedad (cantado o “Yo confieso…”)



+  Credo







Misterios de Gozo














Primer Misterio de Gozo


El Anuncio del Angel y la Encarnación del Verbo:

  Señor auméntanos de la Fe








Mensaje, 12 de junio de 1986


“¡Queridos hijos! Hoy los invito a comenzar a rezar el Rosario con una fe viva, así podré ayudarlos. Ustedes, queridos hijos, desean recibir gracias, pero no oran. Yo no puedo ayudarlos porque ustedes no se deciden a actuar. Queridos hijos, los invito a rezar el Rosario de tal manera, que se convierta para ustedes en un compromiso que estén dispuestos a cumplir con alegría. Así podrán comprender por qué estoy desde hace tanto tiempo con ustedes. Yo deseo enseñarles a orar. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”













2º Misterio de Gozo


La Visitación de María Santísima a Santa Isabel:

 Señor haznos testigos de la Esperanza








Mensaje, 25 de agosto de 1994


“¡Queridos hijos! Hoy estoy unida a ustedes en la oración de un modo especial, orando por el don de la presencia de mi hijo amado en su país. Oren, hijitos por la salud de mi hijo más querido, que sufre y a quien yo he escogido para estos tiempos. Yo oro e intercedo ante mi Hijo Jesús, para que se realice el sueño que tuvieron sus padres. Oren, hijitos, de manera especial porque Satanás es fuerte y desea destruir la esperanza en sus corazones. Gracias por haber respondido a mi llamado! 

















3º Misterio de Gozo


El Nacimiento del Niño Dios: El que ama de verdad es quien da la vida








Mensaje, 15 de noviembre de 1984


“¡Queridos hijos! Ustedes son un pueblo elegido y Dios les ha concedido muchas gracias. Ustedes no están conscientes de los mensajes que Yo les doy. Ahora deseo decirles sólo esto: oren, oren, oren! No sé que otra cosa decirles, porque Yo los amo y deseo que en la oración conozcan mi amor y el amor de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”













4º Misterio de Gozo


Presentación del Niño y Purificación legal de la Madre:

 El ha mirado  la humildad de su Esclava








Mensaje, 25 de noviembre de 1990


“¡Queridos hijos! Hoy los invito a hacer obras de misericordia con amor y por amor a Mí y a sus hermanos y hermanas que también son mis hijos. Queridos hijos, todo lo que hagan por los demás háganlo con gran gozo y humildad ante Dios. Yo estoy con ustedes y día a día ofrezco sus sacrificios y oraciones a Dios por la salvación del mundo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”














5º Misterio de Gozo


Jesús perdido y hallado en el Templo: Feliz de TI porque has creído…








Mensaje, 2 de junio de 2007 


“Queridos hijos, en estos tiempos difíciles, el amor de Dios me envía a vosotros. Hijos míos, no tengáis miedo. Yo estoy con vosotros. Con total confianza dadme vuestros corazones para que yo pueda ayudaros a reconocer los signos de los tiempos que se viven ahora. Yo os ayudaré a conocer el amor de mi Hijo. Yo, a través de vosotros, triunfaré. Os lo agradezco”.






*******





+ 1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria por el Santo Padre



+  Salve por las intenciones de la Reina de la Paz









Petición por los enfermos



  3 Gloria 



+  Oración por los enfermos ensañada por la Reina de la Paz:


“Oh Dios mío, este enfermo que esta aquí delante de Ti, ha venido a pedirte lo que el desea y piensa que es lo mas importante para el.

Tu, oh Dios, haz que entren en su corazón estas palabras:

“!Es mas importante la salud del alma!”

Señor, ¡Hágase sobre el Tu Santa Voluntad en todo!

Si Tu quieres que sane, que se le de la salud.

Pero si Tu voluntad es diversa, que continúe llevando su cruz.

Te rogamos también por nosotros que oramos por el;

purifica nuestros corazones para que seamos dignos de donar, a través de nosotros mismos, Tu Santa Misericordia.

Protégelo y alivia sus penas, hágase en el Tu Santa Voluntad.

Que Tu Santo Nombre sea revelado a través de el,

ayúdalo a llevar con amor su cruz. Amén.”











LETANÍAS LAURETANAS

   

Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.


Dios, Padre celestial, 

ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, 

Dios, Espíritu Santo, 

Santísima Trinidad, un solo Dios,


Santa María, 

ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,

Santa Virgen de las Vírgenes,

Madre de Cristo, 

Madre de la Iglesia, 

Madre de la misericordia,  

Madre de la divina gracia, 

Madre de la esperanza,  

Madre purísima, 

Madre castísima, 

Madre siempre virgen,

Madre inmaculada, 

Madre amable, 

Madre admirable, 

Madre del buen consejo, 

Madre del Creador, 

Madre del Salvador, 

Virgen prudentísima, 

Virgen digna de veneración, 

Virgen digna de alabanza, 

Virgen poderosa, 

Virgen clemente, 

Virgen fiel, 

Espejo de justicia, 

Trono de la sabiduría, 

Causa de nuestra alegría, 

Vaso espiritual, 

Vaso digno de honor, 

Vaso de insigne devoción, 

Rosa mística, 

Torre de David, 

Torre de marfil, 

Casa de oro, 

Arca de la Alianza, 

Puerta del cielo, 

Estrella de la mañana, 

Salud de los enfermos, 

Refugio de los pecadores, 

Amparo de los migrantes,

Consuelo de los afligidos, 

Auxilio de los cristianos, 

Reina de los Ángeles, 

Reina de los Patriarcas, 

Reina de los Profetas, 

Reina de los Apóstoles, 

Reina de los Mártires, 

Reina de los Confesores, 

Reina de las Vírgenes, 

Reina de todos los Santos, 

Reina concebida sin pecado original, 

Reina asunta a los Cielos, 

Reina del Santísimo Rosario, 

Reina de la familia, 

Reina de la paz.



Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 

perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 

escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 

ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 

Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.




ORACIÓN


Te rogamos nos concedas, 

Señor Dios nuestro, 

gozar de continua salud de alma y cuerpo, 

y por la gloriosa intercesión 

de la bienaventurada siempre Virgen María, 

vernos libres de las tristezas de la vida presente 

y disfrutar de las alegrías eternas. 

Por Cristo nuestro Señor. Amén.










+  “Bendita sea tu Pureza” al Corazón Materno de la Reina de la Paz. 



+  Señal de la Cruz (Bendición)










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